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¡Pero mamá, no hay ningún peligro! ―Se quejaba Taruka, el pequeño venado, a su madre.
― !Sí, hay peligro!, aunque el viejo puma ya no sale de cacería hace mucho tiempo, nadie garantiza que no pueda cazar.
―Solamente es una hora, no me demoro. Capibara y Huangana quedaron en encontrarse conmigo bajo la samuna vieja, junto al río.
―!De ninguna manera! Eres todavía muy pequeño.
Hatunñawi, el padre de Taruka, llegó en ese momento y salvó la situación.
―Yo te acompaño hijo, así ningún puma se atreverá a atacarnos.
Taruka, Capibara y Huangana, bajo la atenta mirada de Hatunñawi, se encontraron bajo la vieja samuna para conversar de los temas que preocupan a los niños de cualquier especie en cualquier parte del mundo.
GLOSARIO: