¡Qué bueno es Tupá!

Leyenda Guaraní 
Versión de E. Castañeda

TupáUn cierto día, el tigre negro, el más feroz y vigoroso de los animales de la selva, buscaba un lugar para construir su casa y lo encontró junto a un río. Más tarde, el venado blanco, el más tímido y frágil de los animales de la selva encontró el mismo lugar: un sitio hermoso, lleno de árboles y mucha agua fresca.

Al día siguiente, antes de que saliera el sol, el venado blanco limpió el terreno, cortó los arboles y se marchó.

Llegó el tigre negro que al ver el terreno limpio se dijo: -¡Qué bueno es Tupá, ha venido a ayudarme…! Y se puso a trabajar con los árboles cortados.

Cuando el venado blanco llegó al día siguiente exclamó: -¡Qué bueno es Tupá, ha venido a ayudarme…! Techó la casa, la dividió en dos habitaciones y se instaló en una de ellas.

Cuando llegó el tigre negro y vio la casa terminada pensó: -¡Qué bueno es Tupá, ha venido a ayudarme…! Y se instaló en la otra habitación.

Al día siguiente se encontraron al salir y comprendieron lo ocurrido. El venado blanco dijo: - Debe ser Tupá quien ha dispuesto que vivamos juntos. ¿Quieres que vivamos juntos? El tigre negro aceptó: - Sí, vivamos juntos. Hoy iré yo a buscar la comida y mañana iras tú…

Se fue por el bosque y regresó a la media noche cargando un venado rojo que arrojó ante su socio diciéndole. – Toma: haz la comida. El venado blanco temblando de miedo y de horror preparó la comida pero no probó ni un bocado, todavía más, ni siquiera durmió en toda la noche. Temía que su feroz compañero sintiera hambre.

Al día siguiente le tocó al venado blanco buscar comida y se fue por el bosque pensando, ¿qué haré? Por pura suerte se encontró un tigre dormido, un tigre más grande que su compañero e imaginó un plan. Buscó al oso hormiguero que es muy forzudo y le dijo: -allí hay un tigre dormido que estaba diciendo que tú no tienes fuerza… El oso hormiguero fue calladamente hacia el tigre lo apretó entre sus poderosos brazos y lo ahogó. El venado blanco arrastró al tigre muerto hasta la casa y, poniéndolo ante los pies del tigre negro, dijo despreciativamente: -Toma come, eso es lo poco que pude encontrar…

El tigre negro no dijo nada pero se quedó lleno de recelo, no comió nada tampoco.

Por la noche no durmió ninguno de los dos. El venado blanco esperaba la venganza del tigre negro y éste temía ser muerto como lo había sido el tigre mayor.

Ya de día ambos se caían de sueño y la cabeza del venado blanco golpeó la pared que separaba las dos habitaciones. El tigre negro creyó que su compañero iba a atacarlo y se echó a correr; al huir hizo mucho ruido con sus garras asustando al venado blanco que salió también precipitadamente. La casa quedó abandonada.

La mamá coneja con sus niñitos estaba buscando un bonito lugar para hacer su casa y se encontró con la casa abandonada: ¡Oh, qué bueno es Tupá que me ha ayudado! Y se instaló muy cómodamente con su familia.

GLOSARIO
Tupá: dios de la selva para los guaraníes.
Guaraníes: pueblos originarios de América, habitan territorios de las actuales repúblicas de Bolivia, Paraguay, Argentina y Brasil.
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